miércoles, 8 de septiembre de 2010

La liberación de la mujer


La experiencia, a veces, nos hace comprender los conceptos. El de la liberación de la mujer es uno de esos conceptos que son conceptualmente muy claros, pero que, a nivel práctico hay que concretar.

Por ejemplo, liberación de la mujer es que hoy el 70% de los universitarios son mujeres, que el 90% de la enfermería está en manos de mujeres, que salen más médicas que médicos, que la judicatura, las juezas son más que los jueces, que la escalera de mi casa la limpia un hombre, que yo pongo la lavadora el lavavajillas y el etc., que el 50% de los miembros del gobierno son miembras, que una mujer te puede pedir sexo por la calle,....... Ahíiii quería llegar yo, ahí.

La liberación de la mujer es como el alivio de Kenedy. Dicen que la única preocupación de Kenedy era aliviarse ¿Y por qué no? Un tío que tiene que decidir bloquear Cuba y estar pendiente de si entraríamos en guerra mundial o no ¿por qué no ocuparse de que le alivien las "tensiones"? Hay periodistas y escritores que no tienen faena o son unos gilipollas.

A lo que ibamos. El otro día, en la finca que yo vivo, al menos, una mujer se liberó. !!Cóóómmmmoooo gritaba la tía!! !Madre materna! Como es verano, en el patio interior los vecinos tenemos las ventanas abiertas y se oye todo, y de todo. A la una de la mañana una mujer empezó a dar grititos,......, unos diez o quince minutos. Al principio pensé en un polvo veraniego en el que la mujer quiere satisfacer al maromo. Esos grititos reales o fingidos dejan al correspondiente contento y le hacen sentirse más hombre. Pensé, todo quedará ahí.

No fué así, a los pocos minutos, los gritos fueron en aumento, eran gritos de dolor. Pensé, por la intensidad y el tiempo, que aquello debía ser algo así como un cólico nefrítico. Esos dolores de riñón que parece que no tengan fin. Palmaditas, quejas, gritos,.... Un escándalo. Pensé le habrán puesto una inyección, vendrá la ambulancia, el médico. Yo diría, aproximamente, sin exagerar, otros quince o veinte minutos. Luego la cosa se calmó y todos los vecinos contentos, supongo.

Al día siguiente, llamé al Presidente de la comunidad de propietarios para saber si tenía conocimiento de alguna incidencia, baja, enfermedad, asistencia sanitaria, etc. Y me contestó, no, simplemente, la vecina del segundo se LIBERÓ. Vino un guru y la ha liberado. Hostia que si se liberó, un escándalo. TODOS LOS VECINOS SOMOS TESTIGOS, Nº 59

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